Hace muchos años, durante su más tierna juventud, Silvio Rodríguez se echó a la mar en un barco pesquero llamado Playa Girón y escribió montones de canciones que mucho tiempo después fueron publicadas en el libro Canciones del Mar. Ahí supimos que muchas de las famosas datan de 1969-1970, cuando Cuba andaba en la zafra de los 10 millones y Silvio en el mar pescando canciones.
Ayer mientras caminaba durante el atardecer, viendo los primeros colores del otoño asomarse timidamente entre el abundante verde, tuve la idea que este tiempo sabático que me estoy tomando (¿alcanzará el año?) puede asemejarse en cierta forma a ese viaje.
Él como yo estaba escapando del agobio, él escribía su bitácora (esta es la mía) y se dedicó a grabar en su grabadora Phillips lo que iba produciendo. Yo ahora canto sus canciones para mi y para mi esposa Clauz y garabateo mis escritos, si se puede nombrar de esa forma cuando se teclea en el computador.
Solamente hoy tengo el plan de escribir sobre tres temas. El primero era registrar esta idea en mi "diario" y ya va quedando. Los otros dos incluyen escribir para En Medio del Ruido y la segunda propuesta para el concurso del texto autiobiográfico de la revista El Malpensante.
En tres semanas podré ver si hay material suficiente en este diario, en medio del ruido, en los cuentos y en las autobiografías para recopilar mis canciones del mar (usurpo este nombre mientras pesco el mío propio).
martes, octubre 04, 2005
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